A mi llegada a Mali, me vi forzado a pasar unos días en su capital. En ella hice amistad con personajes peculiares que parecían estar ligados para siempre a esa ciudad...
En el azaroso enclave que crea una falla que se eleva trescientos metros sobre la planicie africana, una curiosa etnia, de costumbres esotéricas y poco conocidas, han vivido durante cientos de años. Esto aprendí en los días que pasé con los dogones.
O de cómo tras conocer la histórica Djenné, ciudad levantada entera en barro, fui invitado a una boda en el Mali más rural donde fui tratado como invitado de honor.
En el extremo Sur del Sahara una ciudad hasta no hace mucho prohibida, es origen de no pocas historias y leyendas.Dispuesto a conocer sus misterios, me acerqué a conocer la histórica Tombuctú