En la mente

Fruto de muchas horas delante del mapa-mundi, de bichear libros, atlas, enciclopedias y sobre todo el material que he podido conseguir de otros viajeros, se me han antojado inevitablemente tantas y tantas rutas y proyectos viajeros. Aquí hago un breve resumen, con la idea y esperanza de irlos ampliando, mejorando, y sobre todo (¡¡¡qué duda cabe!!!) de materializarlos en no mucho tiempo.

  • Himalaya en horizontal

Recorrer la enorme cordillera de forma atípica,sin tocar puntos concretos o atravesándola en vertical como habitualmente suele hacerse, si no viendo las variaciones, tanto paisajísticas como humanas (las que más me interesan) a lo largo de la enorme extensión montañosa, en horizontal. La idea es caminar por tierra desde el llamado tercer polo, el imponente Karakorum, hasta el Reino de Bhután. El día a día se trata de hacer hincapié en mi debilidad, las etnias que aun pueblan zonas ignotas en la alta montaña, con religiones primitivas y creencias ancestrales, como los Kafir Kalash, y sus penetrantes miradas, al Norte del Pakistán, los nómadas tibetanos con sus rebaños de yaks transportando sal para el comercio, los practicantes de la religión bothia auténtica que habitan en enclaves literalmente inaccesibles, y tantos pueblos de envidiable cultura. Además, tendré la oportunidad de ahondar en la fascinante historia de los tres reinos primitivos que estas montañas han albergado: Laddahk en India, Mustang en Nepal y finalmente Bhután.

  • Papúa-Nueva Guinea

Si hay un lugar en la tierra donde la aventura, el descubrir a personas que siguen viviendo aisladas en sus poblados y la naturaleza más exuberante se dan la mano, es sin duda Papúa-Nueva Guinea. He pasado tantas horas leyendo sobre este país que no pocas veces sueño que lo conozco en profundidad. La espesura de sus junglas ha mantenido aislados a no pocos grupos étnicos, camuflados entre la selva. Me interesan las zonas que quedan fuera de los pocos circuitos turísticos que visitan el país, donde sus gentes aún no se han «descafeinado», influenciándose por las culturas de otros lugares. Así, procuraré convivir con las etnias korowai, etoro, lak, lesu, paipín asmat, baruya… para aprender de sus religiones ancestrales, sus conocimientos de la naturaleza, arquitectura (algunas etnias construyen casas para varias familias en árboles de más de treinta metros), su concepción de la vida ( algunos grupos no sólo practican rituales poco comunes, sino también el canibalismo, entre otros hechos) y todo aquello que un viaje enseña, y que ni libros ni universidades podrán jamás hacer.

  • La Transafricana

Tras haber arañado levemente el continente africano, no puedo evitar sentir la atracción casi magnética de lo que me queda por ver. Así, por la imposibilidad de trazar un viaje a un solo país, pues siempre me quedo con las ganas del vecino (y una vez en éste, del contíguo, y así hasta verlos todos), navegaré hasta algún puerto del Norte de África, y bajare por tierra a lo largo de todo el continente, siempre caminando, haciendo autostop o usando medios de transporte locales. Las seguras adversidades y contratiempos que vayan apareciendo, como siempre ocurre en todo buen viaje, las iré sorteando con buena esperanza, pues cuento con la meta de llegar al cabo de mismo nombre, donde viraré y tomaré de nuevo rumbo al Norte, atravesando esta vez la cara Este del continente.

África es el continente «reto» de los viajeros, pues sus fronteras cambian frecuentemente, y a menudo guerrillas y demás enfermedades sociales impiden la entrada ( al menos si quiere hacerse de forma legal…) a ciertos países o zonas, dificultando el recorrido «overland», pero, ¿quien dijo que fuera fácil?

  • Vuelta al mundo

¿Y qué decir, del que es, sin duda, el viaje más perfecto del mundo? Hablar de rutas en una odisea tan apasionante como esta es como predecir el futuro en cien años. Cualquiera que se haya visto ‘on the road‘, en ese punto en el que el viaje toma personalidad propia y pasa a ser un ente más, sabrá cuan difícil es planificar (por otro lado, ¿para qué querría hacerlo?) un camino medianamente hecho. Si tengo claro que como poco, quiero tocar los cinco continentes, que durará lo que tenga que durar (y eso en la magnitud de este vuelta se mide en muchos meses, años…), que los aviones estarán para verlos en el cielo, y que lo importante serán, una vez más, las gentes de los sitios que vaya pisando.

  • ¡Hasta el origen del Amazonas!

De todos es sabido que sin agua no hay vida. Los primeros asentamientos, cuando la gran parte de la humanidad abandonó el nomadismo se construían a orillas de ríos, para usarlo como fuente de energía, recurso alimentario, y de comunicación con otros asentamientos. De todos los rios esparcidos por este globo, sin duda el que sigue manteniendo buena parte de ese encanto primitivo fluye por el llamado ‘pulmón del planeta’, el archifamoso Amazonas.

Rodeado de naturaleza exuberante, y a veces desconocida, tanto en lo vegetal como animal, esconde entre sus junglas cientos de etnias, que usan el río como raiz de su modus vivendis diario. Entablando amistad con ellos, para participar en sus ceremonias, y aprender de su modo de entender la vida, iré remontando río arriba, desde la costa atlántica, para abandonar Brasil,e internarme montaña arriba hasta el origen de este tan mítico como místico caudal.

  • Lugares que se extinguen

Lugares que se extinguen son aquellos que, como algunas especies de plantas o animales, pierden su encanto o simplemente dejan de existir por intervenciones del ser humano. Recuerdo la pena que sentí al ver hace ya años que los famosos budas de Bamiyan en Afganistán habían sido destruidos durante la guerra. Ya nunca podría visitarlos, como tampoco conocer el ambiente de la antigua URSS, Cuba, la Alemania separada, Yugoslavia y tantos otros sitios. Observando cuales son los actuales que en breve cambiarán para siempre, no quisiera tardar en conocer el Reino del Mustang antes de que se asfalte el camino que lo recorre de Norte a Sur (cuyas obras ya han comenzado…), algunas zonas de Papúa y la amazonía brasileira de inconmensurable belleza que están deforestándose, el Tibet antes de que la influencia de las otras etnias chinas le hagan perder la propia…

Y además de todos estos (si es que dormir bajo un mapa-mundi no puede darte otro tipo de sueños!), aunque ya los comentaré con profundidad pronto, quedan como prioridad Papua-Nueva Guinea, volver a Birmania  para conocer las zonas remotas que se me escaparon en mi visita a este fascinante país (raramente quiero volver tan pronto a un lugar teniendo tanto globo por conocer), las zonas del Norte de Siberia, desde Kamchatka hasta las praderas habitadas por inuits nómadas, todos los países «tan» de Asia Central (Afganistán, Kirguistán, Uzbekistán…) recorriendo las antiguas ciudades caravanseráis de la Ruta de la Seda, las zonas aisladas de África Central (Congo, Zambia, Angola..) para aprender del día a día de sus habitantes, y tantos y tantos planes que me guardo bajo la manga…