A viajar se aprende viajando, pero la inspiración suele venir de otro sitio. La mía apareció leyendo, y estos son algunos de los viajeros y obras que más me influenciaron.
Peregriné a la tumba de Ibn Battuta, en Tánger, tras mi primer viaje por África, recordando cuántas cosas había visto que no han cambiado desde los tiempos de este viajero.