Muchas noches estando de viaje garabateo mi diario con impresiones, reflexiones o simplemente anoto lo que hice durante el día. Con el tiempo quiero pensar que me gustará leer esos cuadernos. Otras noches repaso las fotografías que he tomado. La sensación es siempre la misma: que hace muchísimo tiempo que viví lo que veo o leo. Viajando el tiempo parece transcurrir de forma distinta. En una de esas pasadas a la cámara, encontré las siguientes imágenes. Son carteles o tablones con los que me topé por la calle. Al leerlos se averiguan entre líneas curiosidades o matices propios de la idiosincrasia de cada lugar. He seleccionado estos cinco que encontré en las siete hermanas de India.
Visto en Mudang Tage (Arunachal Pradesh, India). En un poste rematado con la cornamenta de algún animal colgaba el aviso, que se traduce como: «Se notifica que cualquier traspaso, vandalismo, escándalo público, consumo de drogas, daño de la propiedad pública o cualquier otra actividad dañina para la sociedad está prohibida por la jurisdicción local. El culpable será procesado de acuerdo a la ley, variando la condena entre una vaca totalmente madura y un mithun (búfalo oriundo de la zona)»
Placa que encontré en una aldea cerca de Along (Arunachal Pradesh, India). Dice así: » […] Para rendir el debido respeto y reconocimiento a nuestro legendario ancestro Ato Lobom, […], decidimos por la presente lápida apellidarnos de ahora en adelante «Lobom», y por ende reemplazar los apellidos arriba mencionados.»
«De la oscuridad a la luz». Colocado por misioneros cristianos en el morong (choza de carácter social) de una aldea de la etnia konyac, antiguos cazadores de cabezas. La imagen habla por sí misma.
Tarifa de barco para acceder a la isla Majuli, en Assam: Persona: 15 rupias. Bicicleta: 10 rupias. Elefante: 907 rupias. Animal salvaje como leones o tigres: 91 rupias. Cesta de veinte kilos de huevos: 3 rupias.
Visto cerca de Nagaland (la fotografía me la prestó Carmen). La BRO es toda una institución en India, encargada de mantener y crear las carreteras. Los carteles que cada pocos kilómetros recuerdan mantener prudencia son siempre juegos de palabras o bromas que sacan la sonrisa. En éste se lee (en inglés la fonética de la frase le da cierto juego): «Seguridad en la carretera, té a salvo en casa». Hablé de la BRO y sus carteles en esta entrada sobre la carretera más alta del mundo.